Suscribirse por RSSManicura en tres pasos
Las manos son una de las cartas de presentación que todos tenemos cuando se trata de conocer a alguien nuevo, ya sea por cuestiones de trabajo o personales. Los entendidos opinan que las manos dicen mucho de nosotros y es posible, después de todo ¿alguien nervioso no suele comerse las uñas?
Pero bien, que aunque a muchas no nos guste esto de estar pendientes de las manos y las uñas podemos dedicarnos a ellas una vez por semana. Con eso, para lo básico alcanza. La manicura casera nunca es tan buena como la del salón de belleza pero podemos acercarnos a ella con un poco de maña.
La manicura en tres pasos: primero hay que retirar esmaltes viejos con un buen quitaesmaltes que tenga alguna propiedad extra como componentes humectantes o aloe vera. Cuando están limpias limamos las uñas y les damos forma (aquí la forma es personal, yo las prefiero cuadradas y ligeramente redondas en las puntas). Las mejores limas son las de cartón.
El segundo paso es retirar las cutículas. Eso nunca me ha gustado porque tienen su función allí pero es cierto que al no estar el dedo luce mas largo. Para esto podemos sumergir los dedos en agua caliente y esperar a que se ablanden o utilizar cualquier producto para dicho fin. Los de Cutex son baratos y buenos. Y finalmente con el utensilio adecuado o un palito de naranjo hay que empujarlas hacia atrás.
Lo siguiente es el cuidado de la piel de las manos. Consiste en exfoliarlas y después aplicar una crema hidratante masejando con ganas. Yo uso una muy simple pero que me deja las manos genial: Nivea en crema. Es densa y muy nutritiva. Y por último, llegó la hora del esmalte: puedes colocar una base y después el color en tres pinceladas (centro y ambos alterales). Yo después las pinto con una capa de brillo sin color para que duren más tiempo.
Y listo, manos y uñas listas para otro día de presentaciones y vida social.
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