Suscribirse por RSSRadiofrecuencia facial, rejuvenecimiento sin cirugías
Las arrugas son las grandes enemigas de las mujeres. No existen en la adolescencia, sorprenden a los 30 años y a los 50 son odiadas casi sin excepciones. La vejez no es una buena palabra en la sociedad moderna y aunque nadie puede evitarla la ciencia intenta brindar las mejores herramientas para retrasarla lo más posible. Las cirugías son una opción muy utilizada pero hay otros tipos de tratamientos estéticos que pueden ser previos y que no obligan a pasar por un quirófano. Por ejemplo, la radiofrecuencia facial.
La radiofrecuencia facial es un tratamiento que no es agresivo ni invasivo y que por ende tiene un tiempo de recuperación breve. Este método de rejuvenecimiento facial sin cirugía funciona con un equipo que emite ondas eléctricas, micro impulsos eléctricos, que elevan la temperatura de la piel a un nivel profundo. Esta agresión a la piel hace que el organismo reaccione enviando elementos regeneradores, entre ellos colágeno, así que lo que se logra es un cierto efecto “lifting“.
El resultado inmediato sobre la piel es que esta se ve más lisa, más tersa, más firme, las arrugas se alisan y lo mismo los surcos nasogenianos, se reduce la papada, ojeras y bolsas y en general el rostro luce renovado y más fresco. Lo mejor de todo es que con la radiofrecuencia facial los resultado se ven muy pronto, después de la primera sesión (suelen ser alrededor de 10 o 15), a dos o una por semana, no duele y es perfecta para prevenir el envejecimiento por lo que se recomienda para hombres y mujeres de entre 30 y 40 años.
Vale aclarar que las personas que tienen marcapasos, las mujeres embarazadas, los enfermos de cáncer y la gente que sufre de epilepsia no pueden realizarse este tratamiento.
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