Las marcas de moda y el furor por las pop-up store

Hoy están pero mañana no. Las pop-up store tienen esa característica y si bien en España recién ahora están de moda son una tradición en otras ciudades como Nueva York, París o Milán.

Una pop-up store no es sólo una tienda, es un espacio que busca crear emociones, impactar y sorprender, crear un espectáculo. Además de vender un producto, buscan aportar algo más, marcar la diferencia en un mundo comandado por el marketing y las estrategias de comunicación e identidad de las marcas.

Por estos días hacen furor y así es como cada vez más marcas se suman a esta alternativa temporal que busca transmitir una experiencia, otorgar un valor agregado a un producto. Las pop-up store además tienen una característica diferencial: son espontáneas, aparecen de la nada en algún punto de la ciudad, en un centro comercial o en un lugar con gran tránsito de personas. Por eso su nombre: pop-up, como las ventanas que se abren en Internet.

La idea está vigente en Estados Unidos y el Reino Unido desde hace diez años, Isaac Mizrahi, TiffanyŽs y Nike, entre otras, fueron de la partida. Sin embargo, la moda llegó a España en 2009, tímida e incipiente. Custo fue uno de los primeros en crear una aunque hoy hay varias réplicas.

Estas tiendas temporales duran algunas semanas, pueden ser meses y por lo general convocan la atención, nacen con un único objetivo, vender aunque lo bueno es que lo hacen a través de la diversión.