Qué tono de colorete elegir

Elegir el colorete ideal para ti no es algo difícil aunque hay que tener en cuenta algunos pormenores para no equivocarse en la elección.

Lo básico es elegir un colorete que esté a tono con, valga la redundancia, el tono de piel. Hay que estudiar bien el rostro, mirarse al espejo y descubrir la tonalidad de nuestro rostro para saber si tenemos piel clara u oscura.

Las pieles claras son más fáciles pues es común que se vean favorecidas por varios colores aunque son los anaranjados y los melocotones los más apropiados. En el caso de las mujeres morenas, incluso las pelirrojas, lo mejor es elegir un colorete en color rosado que permitirá que luego se pueda usar un lápiz labial rojo o en tonos coral.

El color rosa ayuda a la hora de ablandar los rasgos y también es ideal si quieres hacer que el rostro se vea más redondo. Por el contrario, si el objetivo es afinar la cara, entonces habrá que aplicar el colorete más arriba.

Una vez elegido el color adecuado, puedes elegir resaltar el colorete o, por el contrario, disimularlo. Hoy día se estilan esas mejillas brillantes, el llamado efecto “glow” que se consigue usando un colorete en crema. Si usando ese tipo de maquillaje aún no es suficiente incluso puedes optar por alguno que tenga brillo en su composición. Eso sí, no abuses de él pues entonces lucirá demasiado artificial.