Pelo bien lacio, objetivo del alisado japonés

Las mujeres que tienen rizos quieren el pelo lacio y las que tienen el pelo lacio añoran los rizos. Es casi una máxima del salón de belleza: ninguna mujer está 100% conforme con su cabello. Pero por suerte nos damos maña para cambiar aquello que la Naturaleza nos legó así que además de ruleros y rizadores eléctricos para unas, para otras hay planchas para el pelo.

En los años ’60 mi madre empezó a plancharse el pelo con la plancha de mi abuela. Se lo lavaba y después le aplicaba la plancha directa. Increíble, pero mantuvo es costumbre 40 años y todavía tiene pelo en la cabeza. De un tiempo a esta parte, empero, ya no hay que sacrificar tanto (ni tiempo ni pelo), pues hay planchas especiales en el mercado. Primero surgieron las planchas de pelo de metal pero las de placas de cerámica las están suplantando con mucho éxito: son más livianas, se calientan mucho y más rápido y no dañan tanto la fibra capilar.

El calor no es un buen amigo del cabello y por eso, al plancharlo, es necesario darle más mimos: Baños de crema, champú especial y lo más importante es contar con un protector de calor en crema que se aplica antes de pasar la plancha. Pero hoy muchas mujeres no quieren ser esclavas de este accesorio de belleza y optan por el alisado permanente. Uno de los más populares es el alisado japonés que deja el pelo lacio como el de una chica oriental. Este es un método definitivo y termal, de última generación. Es distinto a los otros métodos por sus productos y técnicas.